Este es el borrador que el jueves 11 de junio del 2015
utilice, en la biblioteca pública ARÚS de Barcelona, para reflexionar sobre si
la educación no formal puede ser
propiamente un paradigma que nos lleve a la búsqueda de la felicidad. No
pretende ser un documento acabado, pero sí un elemento más de reflexión para
compartir en el avance de la educación como camino hacia la felicidad, y como contribución a aquello que llamamos civilización.
Hipótesis, “la educación no formal es un paradigma
propio”. La pregunta que se propone
validar consiste en determinar, si cuando hablamos de educación no formal podemos
delimitar un paradigma en si mismo, o estamos hablando tan solo de una de las
dimensiones que conforman la educación, y que contribuyen a dotar a esta de un significado
holístico.
Dicho de otro modo seria considerar, que en nuestro momento sociohistorio el significante original de la educación se diluyo, para posteriormente transformarse en un nuevo objeto de consumo, quedando el significado genuino reducido a propuestas minoritarias, infravaloradas, y que podíamos considerar recatadas por la educación no formal. Este fenómeno nos llevaría a plantearnos que la educación no formal es un paradigma propio. Siendo así, sería conveniente saber si lo que nos interesa es seguir solo gravitando medidas en torno al sistema educativo, o si la educación no formal debería de tener una consideración diferente.
EL TERMINO EDUCACIÓN. (Preludio
de un réquiem)
La raíz etimológica del término.
El termino educación proviene del verbo educar, que tiene su raíz etimológica en el latín, concretamente en ducere, a su vez del indoeuropeo deuk, cuya acepción es, guiar, conducir,
mostrar el camino. El conducir es entendido como un
traspaso del saber muy particular que debía corresponderse con la meta propia y
intransferible de cada ser. Un proceso de adquisición de la herencia del conocimiento generado por el
legado de la cultura, para ser
innovado a partir de la adaptación personal al deseo de cada individuo. De este modo podríamos determinar el significado de
educación como una adquisición de
conocimientos en el recorrido que el hombre ha transcurrido durante el camino
de su propia civilización y que posteriormente han de ser de ser transmitidos a
las nuevas generaciones.
Educar como proceso de encaminar, guía, se produce para algunas teorías desde la primera existencia del
homo sapiens, y para otras desde que el hombre se hizo verbo. De
una forma u otra, el traspaso de conocimientos se comenzó a realizar ya en el
amanecer de la humanidad, antes del descubrimiento del uso de la piedra. La
precesión de la educación comenzó por ofrecer garantías de supervivencia física
y psíquica, mediante la conservación del
fuego, la recolección, el arte de la caza, y el totemismo. Después de esta primera etapa, los conocimientos se sofisticaron para buscar un sentido a la existencia. Los siguientes contenidos y
aproximaciones al termino educación partían de que necesitaba el hombre y que
anhelaba. La creación época a época de la cultura produjo que los nuevos campos
relacionados con la vida humana se ampliasen exponencialmente. Algunos ejemplos
de este proceso fueron la necesidad de transmitir el conocimiento sobre el
propio cuerpo, a través de la medicina
en la lucha contra la muerte. O sobre el sentido de la propia existencia, a lo
que se acabaría dedicando la filosofía. Paralelamente al conocimiento sobre si,
el hombre decidió que quería dominar su entorno, por ejemplo la naturaleza mediante la agricultura, controlando
las cosechas o previendo los efectos
estacionales. Otro ejemplo más sofisticado y simbólico es la arquitectura con su empeño de asegurar su
refugio y intimidad. Así hasta que se
llegó al establecimiento de las ciencias exactas que por inducción y deducción generarían
disciplinas más complejas como las matemáticas, la geografía o la física entre
otras, también productoras de simbolismo
derivado en la construcción o invención humana, equivalentes en muchos
casos al anhelo de equiparse con la creación divina. No obstante no podemos
olvidar que precisamente todo lo desarrollado por el hombre no ha sido en base
a un bien general, pues el ser humano ha utilizado el conocimiento sobre si mismo
para producir mecanismos de infligir dolor o sistematizar el genocidio de los
otros.
Todo este legado de aprender a vivir y de qué hacer con la vida, tanto para
lo bueno como para lo malo, fue configurando la educación como significante y
como institución.
De lo particular a la construcción de la institución
educativa.
Con el tiempo la educación que nacía como una respuesta a lo común desde lo particular se
fue convirtiendo cada vez más en el traspaso de conocimientos estandarizados. Es
decir, acabó siendo su propio reverso. Eso produjo la transmutación del término educar a otros
como adoctrinamiento, formación, adiestramiento, entrenamiento, enseñanza, etc,
hasta hacer confundirse a la propia pedagogía.
En la actualidad imperan los conceptos de de aprendizaje y competencias. Estos nuevos significados
(aprendizaje y competencias) hacen de la educación un privilegio, y a su vez contribuyen
poderosamente a la forma de determinar las posibilidades de las personas, en función
de cuantas habilidades dominan, y en cuantas competencias y aprendizajes han
sido evaluados exitosamente. "Cuantas cosas sabemos hacer, pero no quienes somos".
De igual modo que se fueron formalizando los contenidos de la educación
también lo hicieron sus métodos y sus finalidades, hasta llegar a la constitución
de la institución educativa como aparato articulador de contenidos, docentes,
métodos y alumnos. Lejos quedan ya los liceos Aristotélicos. Este continuo y largo proceso ha implicado
pasar de la enseñanza centrada en el individuo
y su destino particular, a constituir instituciones educativas que garantizaran
la enseñanza, entendiéndola como un Derecho fundamental. Y así de esta manera
llegamos al concepto contemporáneo denominado escuela.
La falla de la
educación.
De esta forma los estados, las sociedades, comenzaron a decidir que constituía
la educación, les suena el currículum académico?, tal vez si les digo los créditos curriculares lo
identificarán mejor. Cuanto menos interesante es no dejar escapar la utilización
del significante “crédito” para determinar lo que antes se denominaban
contenidos curriculares. El crédito es un significante predominante en el
utilitarismo y en la economía neoliberal.
Al decidir los créditos o currículums académicos, se también implícitamente
se establecía el denominado “currículum oculto”, les suena esto? Es todo
aquello que va implícito con el currículum oficial pero no se declara. Como es evidente, la elección de unos
contenidos en detrimento de otros, por defecto producían una falla continua, provocando el desechar toda una serie de aspectos, y que en gran parte serian rescatados por la educación no formal. En esta mutilación de la educación quedaría desplazado lo más
importante, vincular la educación con el sentido propio de la vida y la
subjetividad. Podríamos hablar del "genocidio a la educación".
Destacada relevancia cobró durante revolución industrial la constitución de las escuelas, como institución y maquinaria que iba a protagonizar la capitalización, (doble significado) definitiva del significante educar, convirtiéndolo en un programa académico de transmisión de conocimientos, cada vez más tangible y operativo. Este proceso se cierra en nuestros días, determinando el valor de la educación en una evaluación cuantitativa en función de un sistema y no de cada sujeto. Garantizando su validez mediante la superación de grados y la adquisición de títulos académicos acreditados por los estados.
No se nos puede escapar que este proceso de acreditación estandarizada abrió la duda de las cuanto menos inquietantes
preguntas del tipo ;
Qué finalidad deberían de tener los contenidos de la educación?
Quién o quienes debían de ser los encargados de elección de estos
contenidos?
Por qué estos debían de ser los contenidos seleccionados y no otros…
Donde quedaba el papel volitivo o subjetivo de cada sujeto en todos estos
procesos.
La cadena de transmisión inoperante para lo singular y
operante para el sistema.
De forma más próxima a nuestra entorno y tiempo, en diferentes momentos
sociohistoricos, la educación ha sido cuestionada hasta su médula, los
movimientos educativos alternativos de la segunda república española, los avances
renovadores europeos a finales de la
segunda guerra mundial, o el movimiento pedagógico catalán de l’escola nova, trataron de articular nuevas estrategias y
metodologías correctoras que produjeran de la educación resultados diferentes,
pues se acusaba a la escuela de reproducir las diferencias sociales, e incluso
de incrementarlas. La famosa primera
socialización escolar se estaba convirtiendo en una cadena de transmisión de
continuas diferencias y en un dispositivo alienante para el sujeto.
Volviendo a realizar un salto más en
el tiempo, hasta la escuela de nuestros días, observamos que prácticamente se evaporó la
esperanza depositada en la escuela y que las desconfianzas y el descrédito de
la misma se ha incrementado. Es debido reconocer que durante un tiempo la
escuela se gano la metáfora del “ascensor
social”, o “la vía de acceso”, en donde realmente existía una oportunidad para
las clases populares y las minorías donde
encontrar una mejora en sus posibilidades de bienestar. Pero lo cierto es que la “la vía de acceso” seria estructuralmente comparable con una carretera comarcal secundaria, nunca
con una vía franca o una carretera bien señalizada. Los aspirantes a trazar el
recorrido han de enfrentarse continuamente a la inestabilidad y a los inconvenientes artificiales añadidos al recorrido. También podríamos decir que ese “ascensor
social” ha sido más bien un
montacargas que no ha podido gestionar todas las demandas, realizando muchos menos viajes de los deseables,
y en definitiva dejando de cubrir las expectativas sociales.
De esta forma podemos ir concluyendo de que si la actual escuela no puede
prometer un futuro mejor a nivel individual, ni tampoco ser un garante para las
minorías sociales en situación de desventaja , estamos entonces frente a un
dispositivo inmovilista donde se puede prever
qué condiciones como el nacimiento serán determinantes para marcar el posterior futuro de una persona. Donde la igualdad de
condiciones de los Derechos civiles se disfraza mediante una incapacidad de
acceder a las oportunidades de los mismos. Nacer en un barrio de una periferia y ser beneficiario además de una escuela pública, determina
gravemente el futuro de sus alumnos, a excepción de aquellos que por
condiciones genéticas puedan nacer con una dotación intelectual fuera de la
media y además consigan que el entorno no les eche a perder.
Pero la escuela no solo fracasa como ascensor social y esperanza de las
clases humildes, si nos fijamos en
aquellos sectores de la sociedad donde el acceso al aparato educativo y la educación no conllevan
ningún sacrificio, o selección económica, podemos decir que su resultado estándar
no son tampoco totalmente exitoso. El
poder contar con la mejor logística y infraestructura educativa no garantiza que el objeto de la
educación se cumpla; la transmisión, la
conducción, la transferencia. Es cierto que los futuros médicos, abogados,
jueces, altos funcionarios y empresarios
surgirán mayoritariamente de estos contextos mejor avenidos, pero de sobra es
conocido que también en las clases pudientes la educación es cuestionada.
Sucesos como los jóvenes de clase media alta que queman viva a una indigente en
un cajero bancario, o “los” alumnos que se encarnizan en el centro escolar con
compañeros y profesorado vienen a desmontar el arquetipo de equivalencia entre
recursos abundantes igual a educación exitosa
garantizada. Podríamos hablar mucho de lo
poco que se dice sobre la opacidad de la escuela privada.
Formas y maneras de una metodología que perpetúa sus
fallas.
Otra de las fallas del sistema escolar es su metodología, pues produce una
separación de los educandos con el sistema educativo, que acaban por sentir
ajeno su pasaje por lo escolar/académico. Realmente se produce repulsa
magnética. Muestra de ello es la escasa participación de los alumnos en los
órganos escolares. Si quedan dudas cabe señalar también que la vida escolar
prácticamente finaliza con la jornada académica, y que si esta vida,
post-académica existe, en general siempre predomina la continuidad del consumo o preparación utilitaria.
Ahora si Réquiem.
Entonces qué pasa? Que ocurre con la educación en
nuestros días?, en que se ha convertido, si garantizar la misma no produce
necesariamente un bien al individuo y una mejora a la sociedad.
La educación anda fracasando en su misión, aquella de conducir guiar y
poner en su centro al sujeto. Está muy lejos de las expectativas de promover la
igualdad. Bullying, violencia escolar entre alumnos, entre alumnos y
profesores, entre profesores y alumnos, entre los propios docentes. La Precariedad en las condiciones de los centros educativos. Estos son algunos de los síntomas más visibles
de su decadencia.
El panorama a nivel mundial nos enseña que la escuela en un lado se ha
convertido en un objeto más de consumo, y en el otro extremo reproduce la pobreza
y sus condiciones. Opera igualmente en un país desfavorecido que en otro
opulento. Allá donde se acumula la riqueza económica los sistemas escolares
reproducen los estatus sociales y no consigue suprimir los guettos educativos,
y allí donde la pobreza impera mayoritariamente ayuda a perpetuar la condena de
los humildes, aunque curiosamente es capaz de encontrar un espacio excepcional
para pequeñas élites privilegiadas.
La lectura del recorrido realizado me hace concluir que la educación y su
sistema educativo fracasaron, o cuanto menos no funciona, desde que se dejo de poner en el centro de
su objeto al sujeto, invirtiéndose los roles. La educación ha sucumbido a ser uno más de
los engranajes del sistema socioeconómico, pasando de ser una ideología a convertirse en un
objeto de consumo. A más
educación más incremento de los costes y el gasto. La acreditación se paga. En toda sociedad moderna la educación es un negocio rentable.
El sistema escolar promueve un acceso a la educación que tiende a
bipolarizar entre privilegiados y fracasados, el termino acuñado como “fracaso
escolar” lo dice todo. Piensen por un momento en el peso de llamar a un niño o
considerar a una persona “fracasado escolar”. Es la antesala para muchos del
fracaso en la vida. Fracaso social, personal, económico, pero sobre todo moral!
Política y salvaguarda educativa.
La acreditación de los conocimientos adquiridos han de demostrarse evaluados
por ítems despersonalizados, y además han de pagarse según coste mercado. Estado
y mercado son los encargados de comercializar. Los costes educativos son un
filtro excluyente para mucha población, lo cual ya es generador de
desigualdades.
El actual sistema escolar permite apuntalar no solo en hechos al sistema
neoliberal, sino que también contribuye a la primacía de un discurso. El
sujeto desde su etapa pre-escolar configura sus esquemas mentales al
servicio discursivo del sistema. Se preconiza una educación dirigida al máximo de población, pero no
necesariamente accesible para todos los
sujetos. Por lo tanto podemos comprender que al final son pocos los que saboreen
las mieles del triunfo. Se mantiene el mantra de educación para el máximo de seres humanos, que no nada tiene que ver con "educación para todos los seres humanos".
La educación transforma continuamente
al sujeto en un competidor con los otros en la sociedad, por la
búsqueda de una malentendida excelencia, por la promoción al zenit del individualismo. El yo ha desbancado
completamente al nosotros.
La felicidad significante amo de la educación no formal.
Por otra parte en el ser humano la quimera, razón de ser-y-búsqueda de la
felicidad van unidos. La educación académica,
como objeto de consumo, hemos visto que va por otros derroteros. Es el proceso
del éxito! La carrera que se comienza desde bien pequeños está orientada para
crear un CV que configure un adaptable,
flexible, deslocalizado y polivalente trabajador
para el mercado laboral. No hace falta
subrayar que estos objetivos en la mayoría
de ocasiones van en dirección opuesta a los intereses verdaderos del sujeto. Al
final el sujeto a través del contrato social los acabará aceptando a
expensas de hipotecar su felicidad.
Y aquí tenemos una clave,
“felicidad”, palabra que acompaña a la
educación, pues si la educación no se
basa en algo utilitarista y mecanizado,ese algo más no es menos que la
búsqueda de felicidad personal, con sentido único y intransferible . Conducir
hacia la felicidad es una tarea casi quimérica, pero que desde luego no está
del lado de conducir hacia el extremo opuesto que es la alienación del sujeto.
NO FORMAL
este significante “no formal” para poder ser
entendido más fácilmente podemos
contraponerlo a otros significantes como formal,
informal, reglado, o por otro lado describirlo mediante la
triangulación de los términos subjetividad, transferencia y comunitario.
La esperanza en la educación no formal.
La búsqueda de la felicidad es posiblemente el
significante amo que nos serviría para poner la “educación no formal” como representación
de un paradigma propio.
Investiguemos; Donde está y como se sitúa en nuestros
días la educación no formal. Para ello recorreremos el camino
inverso, busquemos a personas que dicen haberse sentido felices, realizadas, y descubrimos que muchas de ellas previamente habían formado parte de las
legiones del llamado “fracaso escolar”. Estas personas
fracasaron en el sistema académico, no todos por la falta de
recursos económicos, pero si todos por la falta de una propuesta educativa que
les fuera atractiva. En realidad la oferta escolar no podía gestionar lazos con
sus intereses personales, dicho de otra manera con sus deseos. El espacio
escolar no les llenaba y no les ofrecía lo que esperaban o necesitaban. No iba
con ellos.
A pesar de este “fracaso oficial” consiguieron revertir su situación
opuestamente en clave de éxito personal, al entrar en contacto con propuestas
de educación no formal, ya que consiguieron conectar sus intereses personales
con su momento sociohistorico. Se preguntarán la formula en concreto, pero no hay una formula única, hay una para cada sujeto, algunos fueron a través del deporte socioeducativo, otros a través de
propuestas socioculturales, y otros a través de lo que hoy en día se enmarcan
como propuestas de aprendizaje y servicio. Si hay un denominador común es el crecimiento personal en conexión con el sentimiento de pertenencia a una comunidad.
· El marco escolar
académico no les ofrecida el apoyo o vinculo afectivo que necesitaban. Es importante señalar que no todos los profesionales del sistema escolar
tienen formación y capacitación, para ayudar al sujeto a conocer y articular
su propio deseo. Dicho de otra manera no son capaces de apreciar al sujeto como
una finalidad en si mismo y solo lo ven como un contenedor de conocimientos o
como un permanente concursante que ha de superar obstáculos. El sistema académico de acreditación les configura como gestores de conocimientos,
por eso tienden a decir entre ellos aquello de “no te impliques demasiado”.
Además por la estructura de su trabajo y dinámicas no
pueden atender todas las demandas sin dejar de cumplir los ítems de calidad y
de evaluación que desde las instituciones públicas se les marca como ratio.
Pero incluso si estos profesionales tuviesen la
disposición de tiempo, formación, y
dedicación adecuada, un nuevo inconveniente surgiría, y es la imprevisibilidad de “elección del guía” por parte del sujeto.
No necesariamente serian los monitores, guías, educadores, asignados los escogidos por estos. En la educación no formal la constitución del
vínculo educativo es algo previo a la acción educativa, no hay acción sin
establecimiento de este vínculo.
La cuestión no se trata de implicarse demasiado,
lo que hay en juego es superar el ser un expediente académico y entender que la
capacidad de retener y conservar depende de diversos factores en relación
estrechamente vinculados a nuestra socialización como es primero en la familia
i luego el grupo. No necesariamente se trata de compensar faltas, si no de
ayudar al sujeto a su afirmación precisamente como subjetividad propia.
Los dispositivos de educación no formal proporcionaron a
estas personas procesos de madurez a su medida, donde la complementariedad
entre los agentes de la educación es realmente clave. Los que venimos del mundo
no formal le llamamos, “relación monitor-participante”
· Los recorridos de
la educación académica al estar estandarizados son bastante inamovibles. No hay
plasticidad, no hay elección para el sujeto y por
lo tanto hay poca más responsabilidad en sus procesos. La educación no formal por otro lado mantiene una
estrategia de andamiaje progresivo, donde el sujeto paulatinamente ha de ir
superando sus propias etapas. Las personas que
llegaron a la educación no formal encontraron un acceso a la educación a partir
de su subjetividad, es decir, de haber podido desarrollar su subjetividad mediante campos tan diferentes como el teatro, las habilidades artísticas, el
deporte, la atención social a otros, el arte urbano, la cuida del
medioambiente, o el conocimiento de otras culturas. Podemos comprobar que paradojimanente muchos de
ellos regresaron al sistema académico donde su paso esta vez fue distinto,
puesto que consiguieron triunfar. Son personas que su sentido de la felicidad se encuentra
en una escala de valores donde el dinero y lo material no es lo predominante,
pero si que lo son otros valores como su integridad y la honestidad con uno
mismo y los demás.. Por lo que el discurso utilitarista no es su zenit.
La educación no formal trata de guiar en búsqueda del camino de la
felicidad, cuanto menos de la coherencia personal, por qué ser feliz implica
cumplir con el destino subjetivo que uno mismo se ha marcado, sin hacerse daño
a sí mismo, y sin hacérselo a los demás. Pero para cumplir con este destino
primero hay que conocerlo y posteriormente negociar con el mismo hasta hacerse
responsable de él.
Pero la educación no formal actual no está exenta de representaciones
condicionadas por el discurso imperante. En la actualidad el discurso señala
que todo lo que funciona en el sistema educativo formal sea derivado al sistema
no formal, con lo que ya vivimos en el riesgo que una nueva estandarización, el utilitarismo de la educación no formal, produzca el mismo efecto de
despersonalización que sacudió a la escuela, y produzca que objeto de la
educación salga despedido. Configurando
el eje central de la educación no formal otros intereses representados por
significantes como la integración, la inclusión o la adaptación.
Hoy en día proliferan las ofertas que tratan con un molde y un calzador de
responder a las demandas de los sujetos y del desahucio de la educación no
formal. Cualquiera puede dedicarse a la educación no formal, asociaciones de
padres, cooperativas, empresas de servicios, personas con conocimientos muy
específicos, especialmente si ofrecen sus propuestas de forma económica y
competitiva para el mercado. De nuevo se impone una práctica de la educación como objeto de consumo.
Podríamos decir que hay un cierto empeño en ofrecer las cualidades y oportunidades
de la educación no formal, “programa adaptado al sujeto”, “dinámica propia”,
etc, pero que en realidad solo se está ofreciendo una estandarización de
servicios, donde se mete y se esconde de nuevo a aquellos que no funcionan en
el sistema escolar que es el privilegiado, ofreciéndoles un semblante de
segunda categoría, también destinado al fracaso.
Una oferta de educación no formal como promesa inequívoca es algo
enajenante y falso. La verdadera oferta de la educación no formal debe de ser construida
por el propio sujeto puesto que es algo bastante singular. Esto significa abolir la escuela?,
de ningún modo, puesto que la transmisión de conocimientos sigue siendo
necesaria. Lo que se trata es que tal vez no todos los sujetos deseen lo mismo,
ni en el mismo tiempo, ni de la misma manera. Por lo tanto se trata de dar una oportunidad a la educación no formal.
Los principios que hemos podido deducir. (a modo de
broche de cierre)
·
La educación no formal
se basa en la Habilitación de
que cada sujeto sea haga responsable de su destino, de su lugar en el mundo y
de reconocer donde está su felicidad, diferenciándola de su goce mortífero.
Esto implica que el sujeto debe de recorrer activamente
su propio camino mediante elecciones que en diversas ocasiones implican el
equivocarse por si mismo. Proceso imprescindible en la educación. Lo que nos
lleva a la que la educación no formal es ante todo vivencial. No puede ser
pasiva.
A su vez la educación no formal no ha estar sujeta a un
“acting out” constante, es necesaria la reflexión, precisamente para no ser
invadidos por el goce.
· La educación no formal No puede estandarizarse como demanda ni como oferta, porque parte de la
subjetividad propia de cada sujeto. Por lo tanto los dispositivos que se pueden
crear en diferentes entornos, con sus procesos particulares son intransferibles.
Se trata de lo contrario a la masificación y despersonalización como bien
señalaba “pink floyd” en su opera prima del muro. Los dispositivos educativos
han de estar dotados de recursos obviamente, pero han de tenderse a reducir
como comunidades operativas para la vida comunitaria, pero también para
producir la permisibilidad del descubrimiento de la propia identidad. “
parafraseando a Josep
Pedragosa uno de los promotores de esta metodologia en Catalunya”
·
La educación no formal No está sujeta a evaluación de resultados en función de ítems externos, y
en función de una progresión graduada de forma estandarizada. A pesar de que en la actualidad cada vez más
se contamina de medidas evaluadoras del rendimiento, ítems y supuestas medidas valorativas de eficacia y eficiencia a modo estandarizado. En las propuesta de educación no
formal la evaluación se sustituye por la honesta satisfacción personal o grupal
de la meta alcanzada.
·
La educación no formal No es selectiva en función de los recursos económicos ni tampoco en cuando
las características de los participantes. No determina por la procedencia,
elección sexual, confesionalidad o
ideología. La diversidad, heterogeneidad solo son una gran oportunidad sino que
además también necesarios.
·
La educación no formal Está conectada con el legado humano
recibido de las generaciones precedentes, para ser transformado y dejado
a las nuevas generaciones. A pesar de ser un proceso personalizado está
imprescindiblemente conectado con la comunidad del sujeto, pero no des de la
competición ni la rivalidad sino desde el compromiso. Decir esto no es algo gratuito
sino que es volver a constituir la educación como ideología y no como objeto de
consumo, engranaje más de un sistema neoliberal.
Últimos matices.
El sistema.
Entiendo que al hablar de educación no formal, surjan preguntas sobre la
acreditación de los transmisores, los equivalente a maestros, pedagogos, o
profesores. En este supuesto paradigma el significante seria el de “guías”
que parcialmente queda recogido por la expresión monitores, monitor es la palabra que recoge parte de
este espíritu de conducción, de monitoraje del sujeto. No es motivo de esta
exposición debatir si la “posible acreditación” ha de pasar obligatoriamente
por el sistema universitario. En la
actualidad existe esta vía del sistema universitario pero también el de las
escuelas de lleure con una importante experiencia y tradición, especialmente en
Catalunya.
Los dispositivos… que no
instituciones de la educación no formal, han de basarse en la respuesta
particular de la demanda y el entorno, es decir a modo de ejemplo; no tendrá
nada que ver un dispositivo ubicado en un entorno rural, que otro orientado a
la música o a la atención de las personas en un área metropolitana.
Hay algo muy importante a decir relacionado con los dispositivos, y es la necesidad de romper con la concepción de la educación no formal como sector de servicios, y es que la educación no formal no puede ni debe concebirse como un negocio. No hay lugar para el negocio y la especulación, por lo tanto el posicionamiento es en clara antítesis a la empresa de servicios. No se trata de gestionar proyectos, sino promover la autogestión en su máxima expresión.
Hay algo muy importante a decir relacionado con los dispositivos, y es la necesidad de romper con la concepción de la educación no formal como sector de servicios, y es que la educación no formal no puede ni debe concebirse como un negocio. No hay lugar para el negocio y la especulación, por lo tanto el posicionamiento es en clara antítesis a la empresa de servicios. No se trata de gestionar proyectos, sino promover la autogestión en su máxima expresión.
La experiencia como educador no formal.
Constantemente el sistema escolar, escuela, equipos de asistencia primaria,
contactan con los profesionales, monitores de la educación no formal y tratan de derivarnos alumnos, jóvenes sin
rumbo, adultos que fracasan estrepitosamente en el campo académico, y en el
personal.Desde la escuela se atribuye principalmente y por orden a razones como; aspectos
genéticos. Hiper-actividad, TDHA,consecuencias negativas y de carencias del entorno, etc. Estos son los dos polos “del mal”, pero muy pocas ocasiones la escuela
analiza su propia oferta. Incluso siendo cierto que estos dos elementos fueran
los que propician únicamente el malestar, y que no hay nada de la
responsabilidad del sujeto en juego, la escuela no se replantea ni sus
estructuras, ni su dinámica. Mucho menos el papel, formación y madurez de los
llamados profesionales de la educación. Aptos en el contenido de conocimientos
pero incapaces de reconocer el deseo del
sujeto y de su propio deseo.
A los dispositivos de la educación no formal nos llega todo lo que es
indecoroso para el sistema académico, los alumnos díscolos, los alumnos
considerados escasos de competencias, los inadaptados, en definitiva “los
fracasos escolares” que no saben que hacer con ellos… en ocasiones puedo decir
que hasta nos ha llegado la propia institución educativa como un fracaso en si.
Conclusión final
Bien, en definitiva no se trata de una panacea o un brindis al sol, pues
aquí lo que hay en juego es el bienestar de los sujetos, y por ende del
malestar en la cultura. Realmente es
posible articular estas circunstancias establecidas? Si,
es posible, y esto no implica la supresión del sistema académico formal, pero
si la revisión del mismo a favor de la implementación de recursos, programas y
acciones que permitan una mayor permeabilidad de la educación no formal.
Como medidas concretas,
-
Reconocimiento de
la necesidad del marco no formal, con la correspondiente dotación de recursos
para el desarrollo de este paradigma.
-
Reducción del
tiempo diario dedicado a la educación académica para incrementar la dedicación
en lo no formal.
-
Establecimiento
de puentes comunicantes entre el paradigma formal y el no formal.
Estas serian de alguna manera los principios de una educación orientada a
la felicidad, y sobre la que hay que
determinar si es un paradigma deseable en si, pero he de reconocer que nada nos
asegura de antemano que esto que estoy diciendo no sea una utopía más en la
larga lista de los deseos frustrados.
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