Una de las expresiones más utilizadas para expresar la frustración es la
conocida, “nadie es profeta en su tierra”, manifiesta la dificultad de ser reconocido
o comprendido. En el caso de los músicos de Badalona esta expresión está siempre en sus conversaciones, e ilustra
el ostracismo que la música y los
músicos badalonins sienten padecer. Desplazados a las cavernas de la
marginación cultural y en ocasiones social, en la biutiful Badalona, Pepon,
un icono rockero de la ciudad lo versiona en un “nadie es músico en Badalona”.
Badalona tu dame a mí el camino que necesito, levantar
las manos, la pondremos como un mito en el micro, será mejor que rectifiques que
no es irreverencias con el rem es tu barco el viene a pique. Irreverencias. http://www.youtube.com/watch?v=cLn1AQnBqbM
La música acompaña a los hombres desde tiempos inmemorables, convirtiéndola
en una conquista de la civilización que ha servido para expresar todo tipo de
emociones. Ludwig van Beethoven compuso la 9 sinfonía como símbolo de libertad y
hermandad entre los hombres, utilizamos la música para educar las emociones de
los niños, todas las fiestas populares tienen sus propias melodías que unen a
conocidos y extraños, hemos descubierto los efectos de la musicoterapia, y hasta los militares ponen notas musicales
para preparar la guerra. No existe emoción humana que no tenga banda sonora, y
para comprobarlo solo basta con dirigir nuestro pensamiento a nuestros
recuerdos para comprobar que la música está allí y pone sonido a nuestra vida. No
somos solo levedad, también acordes.
La música expresa emociones y cumple
funciones sociales de gran valor, que
cultivadas serian de gran beneficio
social, pero como cualquier otro tipo de arte también se puede convertir en
mercancía de consumo. Como muestra, las emisoras de radio que solo emiten música
enlatada, y los realitys musicales. Advertidos que nos podríamos ir con la
música a otra parte, centrémonos otra
vez en el potencial de la música como instrumento de sociabilización. Talleres
musicales, espacios de actuación para grupos emergentes, performances y jam
sesions, generan comunión de sentimientos entre músicos
y público. Aprender a tocar unos acordes en una guitarra, hacer sonar un cajón
flamenco, o expresar las emociones en unos versos puede cambiar para siempre a
unos chavales la exclusión urbana por la ilusión, el arte, o hasta una
profesión. Lo paradójico es que toda esta bondad de la música no es ningún
descubrimiento. Hace décadas que se sabe que la música es utilizada también para unir
culturas, ayudar en la rehabilitación de
personas, o como programa terapéutico, pero en el día a día impera la sordera
de quienes gobiernan y tienen la posibilidad de potenciar todo esto y no lo hacen,
o que incluso tratan de silenciar.
Salen por la tele te saludan adulan el poder de prometer
cosas, después se olvidan, políticos entrenaos en demagogia….Rapgenoma.
La capacidad subversiva de la música la convierte en antiautoritaria y
antitotalitaria, eso produce en ocasiones a pretender bajar el volumen. En los años 60 y
70, fueron los cantautores quienes coparon elespacio de reivindicación y
concienciación social, posteriormente en los 70 y 80 el rock en sus diversas modalidades, punk, heavy, hardcore, etc abanderaron el espíritu rebelde. En la
actualidad es el rap y el hip-hop quienes tunean popularmente la válvula de
escape a la frustración social.
Badalona ha sido y es una inagotable cantera de músicos, en su momento hubo
una cierta apuesta institucional impulsada por profesionales y políticos con
sensibilidad, “la escuela de música
moderna y el conservatorio” fueron los pilares “el transmusica”, y “el badarock” los circuitos sociales. Con el tiempo la sociedad civil asumió
la mayoria de las iniciativas musicales “el
rock a la sorra”, “artistas del Geni” , “els concerts del Ateneu”, “la música
del dimoni”. Tal vez entre las más iniciativas más paradigmáticas fueron las
de; “joves conspiradors”, “la mostra de
Rock”, y “la coordinadora de músicos de Badalona”. Con el tiempo, y la
escusa de la crisis, el apoyo a la causa de la música ha ido en
detrimento, poco a poco se han ido bajando
algunos telones. “El concurso de música
de Badalona”, de la Rotllana después de 14 años consecutivos es
prácticamente el único superviviente,
junto “a las jornadas contraculturales” de la Mussara, y la iniciativa privada de la sala “Estraperlo”.
En la actualidad el nuevo gobierno del PP en Badalona parece que ha decidido
proscribir la música y los músicos. Incrementa las cuotas en el conservatorio,
acota el horario de los conciertos, hasta horas ridículas como antes de la una
de la madrugada, quita el apoyo económico y restringe el apoyo logístico a las
iniciativas de la sociedad civil, como poner una tarima o punto de luz. Para
colmo el regidor de juventud promete a las entidades y los músicos pero luego
ni siquiera se reúne con ellos y estos se consideran ninguneados. Posiblemente
todo esto sucede por el carácter crítico de los músicos. Por qué no se le pueden dictar las letras y no
gusta lo que dicen. Por qué no interesa la crítica social a pie de calle, y
porque se es socialmente amusico. El espíritu
musical de la ciudad se mantiene por “los propios músicos” con sus pocos medios
y su tiempo invertido, más las iniciativas de algunas entidades sociales y
privadas que mediante propuestas como “el
concurso de música de Badalona”, “las
jornadas contraculturales”, y la sala “Estraperlo”
tratan de mantener el sonido de fondo.
Criatura del asfalto acostumbrada a los obstáculos,
calculo el modo de zafarse de tentáculos, y venzo por momentos, el método es efímero,
y no voy a dejar que fustigue ningún látigo.
Fran, otro amigo dijo
un día; “somos muchos más los jóvenes que
nos mueve las música, que los que se agrupan en las juventudes políticas de
todos los partidos de la ciudad”, eso es así, y es un potencial que hasta
la actualidad no ha tomado conciencia real, pero que no significa que no sea
posible. Lo que parece más evidente es que interesa que continúe tal cual, y si
se activa, se recurrirá al divide y vencerás
para desarticularlo.
Pero está demostrado que la música es como un germen, ahí está, donde hayan
personas habrá música, y donde haya música habrá cultura, emociones,
sociabilización, y un arma cargada de futuro. Ahora más que nunca es el momento
de tocar un Rock and Roll o rapear en la plaza del pueblo, y que nadie nos
pueda parar.
En estos tiempos de modernidad hay más competencia que calidad, estadística
es lo que hay, se ha cambiado el número por la verdad. Tunavo. http://www.youtube.com/watch?v=RyDku5JYD1I
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